Respuesta Del Sindicato de Inquilinos A Suicidio De Inquilino Desalojado en Hollywood
10 de Noviembre, 2022, Los Ángeles
Nos hemos enterado de la muerte por suicidio de un inquiline en Hollywood que recibió una notificación de desalojo. Los alguaciles llamaron a LAPD, pasaron 6 horas preparándose para un enfrentamiento, sin intentar contactarle terminando, trágicamente,en suicidio ante la pérdida de su hogar. Los alguaciles se refirieron al inquilino como sospechoso, movilizaron una presencia militarizada multimillonaria en el vecindario, evacuaron a los vecinos y crearon un escenario para criminalizar a la víctima del desalojo.
No conocemos los detalles, no conocemos a la víctima. Sin embargo, según las noticias hubo un aumento de alquiler hace un par de meses. Conocemos y entendemos la violencia del desalojo. Experimentamos los escandalosos aumentos de alquiler y conocemos las historias de propietarios y corporaciones que manipulan, amenazan y acosan a los inquilinos para que se auto desalojen. Asistimos a procedimientos judiciales donde los inquilinos, sin abogados, se enfrentan a jueces y propietarios insensibles y abusivos. Somos testigos de desalojos que se intensifican en 5150 donde los alguaciles pueden usar su discreción y dejar a una persona vulnerable en su hogar, pero en cambio aterrorizan a los inquilinos y a todo el vecindario. La historia se reduce a “un inquilino en crisis”. Más exactamente, son víctimas de una crisis perpetuada por el gobierno de la ciudad, por los caseros, por los tribunales y por el estado policial. La gente tiene miedo de vivir en la calle y ser criminalizada por normas como la 41.18, que prohíbe a las personas existir en los espacios públicos. Mucho antes de la pandemia de COVID-19, la gente no podía pagar los alquileres, y las llamadas viviendas asequibles no son asequibles y accesibles para los inquilinos más pobres. Los inquilinos saben que si son desalojados, no tendrán adónde ir.
La persona que murió hoy no era una persona sospechosa. Vivir en su casa no era un crimen. La crisis los obligó a estar en una posición en la que sintieron que tenían que elegir quitarse la vida en lugar de vivir una vida sin refugio. La culpa de esta pérdida de vidas la tiene el Estado que ha hecho ilegal vivir en la calle; que se niega a brindar protección a los inquilinos en peligro de perder su vivienda; y que subcontratan sus fuerzas armadas a los propietarios que criminalizan a los inquilinos que no pueden pagar los alquileres que se basan en mercados arbitrarios y especulativos.
Hay miles de apartamentos vacíos y lotes vacíos en Los Ángeles, donde podrían vivir personas sin hogar. Fuera de las protecciones de emergencia, no hay ayuda para las personas mayores, los enfermos y discapacitados, y los desempleados que no pueden pagar el alquiler. Pero lo que es más importante, no hay un liderazgo de la ciudad para enfrentar el problema con valentía. Solo hay tiempo para los negocios como siempre.
Culpamos de esta muerte a los alguaciles, el gobierno de la ciudad, los propietarios codiciosos y las corporaciones que viven de nuestros salarios. Culpamos a los medios que se niegan a cuestionar la naturaleza de la crisis y continúan promoviendo soluciones ya fallidas. Le echamos la culpa de esta muerte al sistema que sigue produciendo esta violencia sin buscar seriamente una solución.
Para los inquilinos de Los Ángeles tenemos el siguiente mensaje. El derecho a la vivienda es universal. Nadie debe ser empujado a la calle. Esta no es una situación aislada. Miles de familias están en peligro de desalojo, todos los días en toda la ciudad. Debemos unirnos y organizarnos como inquilinos en nuestros edificios y como miembros de nuestros vecindarios. Debemos protegernos unos a otros y organizarnos para construir el poder que necesitamos para defender juntos nuestros hogares.
¡¡Nos Protegeremos, Defenderemos Nuestros Hogares Juntos!!